Mensajes de diversas orígenes
martes, 10 de septiembre de 2024
No os Enfadéis, Sonreíd, Proponed con el Rostro de Cristo y Estad Siempre Disponibles los Unos para los Otros
Mensaje de la Inmaculada Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo a Angélica en Vicenza, Italia, el 1 de septiembre de 2024
Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos míos, también hoy viene a vosotros para amaros y bendeciros.
Hijos míos, no acostumbréis vuestros corazones a las distancias, a menudo estáis cerca pero lejos. Creáis distancias entre vosotros, creáis con vuestras mentes barreras interminables, todo esto ocurre por demasiado acoso y no hacéis nada para repelerlo.
Quitad las barreras, y cuando estéis uno al lado del otro, quitad las caras tristes, sonreíd y saludaos, entonces podrá tener lugar un diálogo. A Dios no le gustan ni las distancias ni las barreras, Dios quiere que estéis todos juntos para que Su familia no pierda piezas. No os enfadéis, sonreíd, proponed con el Rostro de Cristo y estad siempre disponibles los unos para los otros. No os fijéis siempre cada uno en vuestros pequeños jardines, porque algunos de esos pequeños jardines pueden marchitarse, secarse y no producir fruto. Ojo, he dicho algunos, pero si el que está cerca florece, ofrece a tu hermano algún fruto con amor, pero ese amor debe brotar de lo más profundo de tu corazón, de lo contrario no le gustará a Dios, porque es una caridad efímera y humillante. Nunca ofrezcas nada con la idea de alimentar a la otra persona, porque Dios te apartará de Sí mismo, ofrécelo siempre para compartirlo con alegría; cuando se lo ofrezcas a la otra persona, el rostro debe iluminarse y los ojos también deben sonreír, y esto será muy agradable a Dios Padre Celestial, a quien le gustará con inmensa alegría y otorgará gracias en ese corazón generoso.
Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.
Yo os bendigo.
¡Rezad, Rezad, Rezad!
Nuestra Señora Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Celestial, Sobre Su Cabeza Llevaba Una Corona De Doce Estrellas, Y Bajo Sus Pies Había Un Arco Iris.
Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com
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